Recientemente, se produjo un impactante robo de obras de arte en la ciudad suiza de Lugano. La estatua del misterioso fundador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto, ubicada en el Parco Ciani, fue robada, lo que provocó una amplia atención.
La escultura fue cuidadosamente elaborada por la artista italiana Valentina Picozzi, utilizando acero inoxidable 304 y acero resistente a la intemperie, y fue presentada oficialmente en octubre del año pasado. Esta escultura no solo es un homenaje a Satoshi Nakamoto, sino que también simboliza la ambición de la ciudad de Lugano en el ámbito de la innovación digital.
El alcalde de Lugano, Michele Foletti, respondió a este asunto, enfatizando que la estatua refleja el firme compromiso de la ciudad con la innovación digital. Dijo: "Lugano está surgiendo rápidamente como una ciudad líder en innovación digital, esta estatua no solo conmemora a Satoshi Nakamoto, sino que también destaca la visión de futuro de nuestra ciudad."
El equipo de Satoshigallery, responsable del proyecto de la estatua de Satoshi Nakamoto a nivel mundial, ya ha tomado medidas, ofreciendo una recompensa de 0.1 Bitcoin (aproximadamente 11000 dólares) por información sobre el paradero de la estatua. Han publicado información en las redes sociales, pidiendo al público que proporcione pistas, al mismo tiempo que reafirmaron que el plan de instalar estatuas de Satoshi Nakamoto en 21 ciudades del mundo no se verá afectado.
Cabe mencionar que no es la primera vez que aparece una obra de arte pública en homenaje a Satoshi Nakamoto. Ya en 2021, en el Parque Graphisoft de Budapest, Hungría, se erguía una única escultura de bronce, cuyo diseño espejo tiene un significado profundo, sugiriendo que Satoshi podría ser cualquiera.
Este robo no solo ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de las obras de arte, sino que también ha vuelto a poner a Satoshi Nakamoto, esta figura misteriosa, en el centro de atención pública. A pesar de que la estatua fue robada, el legado de Bitcoin y la tecnología blockchain que Satoshi dejó al mundo sigue teniendo un profundo impacto a nivel global.
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BoredApeResistance
· hace14h
¿Entonces el robo es solo una estrategia de marketing?
Recientemente, se produjo un impactante robo de obras de arte en la ciudad suiza de Lugano. La estatua del misterioso fundador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto, ubicada en el Parco Ciani, fue robada, lo que provocó una amplia atención.
La escultura fue cuidadosamente elaborada por la artista italiana Valentina Picozzi, utilizando acero inoxidable 304 y acero resistente a la intemperie, y fue presentada oficialmente en octubre del año pasado. Esta escultura no solo es un homenaje a Satoshi Nakamoto, sino que también simboliza la ambición de la ciudad de Lugano en el ámbito de la innovación digital.
El alcalde de Lugano, Michele Foletti, respondió a este asunto, enfatizando que la estatua refleja el firme compromiso de la ciudad con la innovación digital. Dijo: "Lugano está surgiendo rápidamente como una ciudad líder en innovación digital, esta estatua no solo conmemora a Satoshi Nakamoto, sino que también destaca la visión de futuro de nuestra ciudad."
El equipo de Satoshigallery, responsable del proyecto de la estatua de Satoshi Nakamoto a nivel mundial, ya ha tomado medidas, ofreciendo una recompensa de 0.1 Bitcoin (aproximadamente 11000 dólares) por información sobre el paradero de la estatua. Han publicado información en las redes sociales, pidiendo al público que proporcione pistas, al mismo tiempo que reafirmaron que el plan de instalar estatuas de Satoshi Nakamoto en 21 ciudades del mundo no se verá afectado.
Cabe mencionar que no es la primera vez que aparece una obra de arte pública en homenaje a Satoshi Nakamoto. Ya en 2021, en el Parque Graphisoft de Budapest, Hungría, se erguía una única escultura de bronce, cuyo diseño espejo tiene un significado profundo, sugiriendo que Satoshi podría ser cualquiera.
Este robo no solo ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de las obras de arte, sino que también ha vuelto a poner a Satoshi Nakamoto, esta figura misteriosa, en el centro de atención pública. A pesar de que la estatua fue robada, el legado de Bitcoin y la tecnología blockchain que Satoshi dejó al mundo sigue teniendo un profundo impacto a nivel global.