En esta ronda del bull run, las instituciones son las protagonistas. Piensa en eso, esos gerentes de fondos que manejan miles de millones de dólares, ¿se atreverían a comprar esas monedas de bajo perfil? Claro que priorizarían elegir Bitcoin, Ethereum y otros activos legítimos que pueden incluirse en sus informes.

Ahora los nuevos inversores aún no han entrado en masa, las casas de cambio están muy tranquilas. Sin los pequeños inversores entrando sin pensar, ¿cómo pueden esas pequeñas monedas alternativas despegar? Así que ahora es más seguro seguir a las instituciones comprando monedas grandes, cuando veas que en las redes sociales comienzan a hablar de monedas basura, entonces será un buen momento para jugar con las alternativas.

Lo que más teme un bull run es equivocarse en el ritmo: cuando las instituciones están comprando BTC, tú vas y apuestas por un token alternativo, eso simplemente es ir en contra del dinero.