Los bancos centrales de EE. UU. y Reino Unido podrían aumentar las tasas de interés en 75 puntos base, pero el significado detrás de esto es muy diferente.
La semana pasada, el mercado de deuda de EE. UU. y del Reino Unido se recuperó, la deuda estadounidense dejó de caer y terminó con una racha de 12 semanas a la baja, mientras que la deuda británica subió durante dos semanas consecutivas. El mercado espera en general que la Reserva Federal y el Banco Central del Reino Unido aumenten sus tasas de interés en 75 puntos base cada uno en sus respectivas reuniones de política monetaria esta semana.
Sin embargo, el mismo aumento de tasas de interés tiene un significado muy diferente para los bancos centrales de ambos países:
Para la Reserva Federal, este será el cuarto aumento consecutivo de 75 puntos base, lo que le plantea una decisión clave. La recuperación económica posterior a la pandemia está siendo oscurecida por las políticas de restricción, mientras que la inflación sigue en niveles altos de 40 años. La Reserva Federal debe sopesar entre controlar la inflación y evitar una recesión, y el mercado espera que pueda inclinarse hacia esta última.
Para el Banco de Inglaterra, un aumento de 75 puntos base en las tasas de interés sería el más grande desde 1989. El Banco Central del Reino Unido parece estar más inclinado a priorizar la lucha contra la inflación en lugar de evitar una recesión. Con la renuncia de la ex primera ministra Truss, el mercado de bonos se ha calmado temporalmente, lo que permite al banco central concentrarse en el más grave en 40 años.